1. Antecedentes

1.1. Características del orden Rodentia

El orden Rodentia, deriva su nombre del verbo latino 'rodare', roer. El nombre, se refiere a la característica principal que distingue a los roedores de otros grupos de mamíferos: la posesión de dos pares de grandes incisivos. Cada incisivo tiene en la cara anterior una cubierta de esmalte duro, por lo cual el desgaste (causado por la roedura y por el roce mutuo de los pares superiores e inferiores de incisivos) mantiene en ellos un borde en bisel afilado. Estos incisivos crecen durante toda la vida del animal y, por consiguiente, el desgaste no altera su volumen total (Simpson, 1945; Ellerman, 1949; O.M.S. 1972).

Los incisivos sirven a una gran variedad de fines. Tales como, el desmenuzamiento de los alimentos en trozos de tamaño apropiado para ser triturados por los molares; la penetración de barreras incomestibles, como cáscaras de semillas y nueces, corteza de plantas leñosas, recipientes artificiales y el corte de vegetales. Muchas especies utilizan los incisivos para hacer madrigueras y abrir orificios de penetración en viviendas y muebles. Los incisivos tienen, asimismo, funciones de manipulación, como acopio y la fragmentación de las materias con que construyen las madrigueras; el transporte de alimentos para su almacenamiento; y el acicalamiento del pelaje. También son eficaces armas defensivas y ofensivas. El espacio que media entre incisivos y molares, se denomina diastema y es propio de la dentición de los roedores (O.M.S. 1972: Greaves, 1984: Brooks y Rowe, 1979).

En el mundo existen aproximadamente 1.400 especies de roedores distribuidas en 21 familias. Entre las más adaptadas al medio humano se encuentran tres pequeñas especies, cuya vida transcurre íntimamente asociada al hombre, compartiendo su habitat y alimentos, son los mamíferos más ampliamente distribuidos en el mundo y que más daño sanitario y económico han causado a la humanidad en los últimos siglos, pertenecen a la Familia Muridae del Orden Rodentia. Chile presenta tres especies: Rattus norvegicus o Rata Noruega, Rattus rattus o Rata del Tejado y Mus musculus o Ratón Doméstico (O.M.S. 1972).

1.2. Rata de Noruega (Rattus norvegicus)

Es conocida como rata café o negra y como ratón común en países donde es particularmente abundante. Estas especies, generalmente, tienen el lomo café y el vientre pálido, pero también se encuentran tipos de colores muy oscuros y albinos (O.P.S. 1964; O.M.S 1972). Según Harrison y Audy (1951), esta especie se habría desarrollado a partir del centro de origen del grupo Rattus o cerca de él. Por otra parte, Brown (1971), confirma la aseveración anterior y asegura que es característico de los mamíferos, que las especies más desarrolladas de un grupo se encuentren más cerca del centro de su origen, donde desplazan a las formas más primitivas. Así parece suceder con las ratas. Cuando la rata de Noruega, más desarrollada y agresiva se extendió desde Asia, la rata de tejado, más primitiva, desapareció de gran parte de los lugares que originalmente ocupaba (Brown, 1971).

Inicialmente, se creyó que este tipo de ratas habían llegado a las Islas Británicas en naves provenientes de Noruega, de ahí su nombre científico 'Norvegicus' con el que se la conoce hasta ahora. (Brown, 1971). Rattus norvegicus apareció primero en Europa en el siglo XVI. Poco tiempo después fue traída al Nuevo Mundo, extendiéndose rápidamente desde los puertos, especialmente a lo largo de la costa oriental de Norteamérica y, hoy en día, existe en la mayoría de los países templados del mundo (O.R.S. 1964).

Al parecer este animal es, definitivamente, un especimen de los climas templados. En su radio de acción original, en Asia, está restringido a este tipo de clima (Harrison y Audy, 1951). En los trópicos, se encuentra solamente en las zonas portuarias, siendo actualmente la rata de tejado, la más común en todas estas zonas (Brown, 1971). La rata de Noruega (Rattus norvegicus) frecuenta las riberas de ríos y canales, además es predominantemente un roedor de madriguera. Es el más común y la mayor de las ratas domésticas. Es muy frecuente observar adultos que pesan aproximadamente medio kilógramo (450 grs. promedio); su piel es tosca y de color pardo rojizo; cuerpo recio, hocico achatado; cola relativamente gruesa, de un color más pálido en la parte inferior y casi siempre más corta que la longitud de la cabeza y el cuerpo juntos; ojos y orejas relativamente pequeños; sus orejas poco separadas y cubiertas con pelos cortos (O.R.S. 1964; Brown, 1971; O.M.S. 1972; Greaves, 1984). (Cuadro 1).

Cuadro 1  Características Físicas de Roedores Múridos Adultos

Especies (Sinonimia)

Rattus norvegicus Rata de Norvegua Pericote Rata de acequia

Rattus rattus Rata de Tejado Rata trepadora rata de árbol

Mus musculus Ratón doméstico Laucha Ratón casero

Longitud total (de nariz a punta de la cola)

32,5 - 46 cms.

35 - 45 cms.

15 -19 cms.

Cabeza y cuerpo

Hocico;cuerpo grueso y pesado 18 - 35,0 cms.

Hocico puntiagudo, cuerpo delgado. 18 a 19 cms.

Pequeño, delgados 6 a 10 cms.

Cola

Más corta que cabeza y cuerpo juntos; menos móvil que la de tejado. Bicol.

Más larga que cabeza y cuerpo juntos; muy móvil. 19,0 - 22,5 cms. un solo color

Igual o poco más larga que cabeza y cuerpo juntos. 7,5-10,1 cms.

Orejas

Pequeñas, muy próximas, sobresalen poco del pelaje,  miden menos de 2 cms.

grandes prominentes sobresalen del pelaje, miden más de 2 cms.

Prominentes, grandes para su tamaño. (hasta 1,5 cms.)

Patas traseras

Miden más de 4 cm. desde el talón a la punta del dedo más largo

Miden menos de 4 cms. del talón a la punta del dedo más largo.

Generalmente miden menos de 2 cms. del talón a la punta del dedo más largo.

Color de pie

Varía de gris rojizo a pardo grisáceo. Zona ventral gris a blanco amarillento.

Varía de negro a pizarra en lomo y vientre.

Varía de grisáceo a pardo,ocasionalmente negros.

Peso

Aprox.150 a 600 gr.

80 a 300 gr.

10 a 21 gr. aprox.

Ojos

Pequeños

Grandes

Pequeños

1.3. Rata de los tejados (Rattus rattus)

Cuando se investiga la historia de la expansión de la rata de tejado a través del tiempo, se pierden las referencias alrededor del siglo XI. En ese tiempo, sin embargo, se encontraba muy difundida en gran parte de Europa. Supuestamente llegó a la zona del Mediterráneo durante las Cruzadas. En la región europea, la rata de tejado tiene dos tipos diferentes de color; la rata negra de la Europa Occidental, y la rata alejandrina parda, común alrededor del Mediterráneo. Sin embargo, cuando esta especie fue llevada a las Américas, la situación cambió. En América, las introducciones de ratas comenzaron antes de 1750, difundiéndose bien en todas las colonias francesas, inglesas y españolas. Como resultado de diversos cruces, esta especie presenta actualmente, tres subespecies: la rata negra (Rattus rattus), de color gris oscuro en lomo y vientre; la rata alejandrina (Rattus rattus alexandrinus), de color café en lomo y vientre gris oscuro; mientras que la tercera tiene el lomo café y el vientre blanco (Rattus rattus frugivorus). A menudo, una misma camada de ratas de tejado jóvenes puede contener animales de color negro y de color pardo (O.P.S. 1964; Brown, 1971; O.M.S. 1972). La rata de los tejados es ágil trepadora, y abunda en regiones tropicales o templadas, siendo escasa o inexistente en las zonas más frías del mundo. Su peso fluctúa entre 225 a 340 grs. en adulto. Es un animal de cuerpo delgado y más bien esbelto; mide cerca de 40 cms. desde la punta de su nariz más bien aguzada, hasta el final de su larga y débil cola, que generalmente mide más que el cuerpo y la cabeza juntos. Sus ojos son protuberantes, negros y brillantes; las orejas son móviles, largas, translúcidas y se proyectan sobre su piel (O.P.S. 1964; Brown, 1971; O.M.S. 1972; Greaves, 1984).

1.4. Ratón doméstico (Mus musculus)

El ratón doméstico (Mus musculus), emigró primero de Asia a la zona mediterránea y luego a Europa Occidental. Desde allí, el hombre la transportó al Nuevo Mundo durante sus primeras exploraciones. Debido a que el ratón es pequeño y necesita poco alimento, se ha extendido más ampliamente que las ratas. Actualmente se le encuentra desde el trópico hasta las regiones árticas. En Norteamérica se halla en todo Estados Unidos y al sur y oeste del Canadá, y en las regiones costeras de Alaska y las Islas Aleutianas. Probablemente, es el mamífero más ampliamente distribuido, después del hombre (Brown, 1971) y el más pequeño de los roedores domésticos. El adulto pesa alrededor de 15 grs., su cuerpo es delgado y la cola casi tan larga como el cuerpo y cabeza juntos; oreja moderadamente grande y prominentes (O.P.S. 1964; Brown, 1971; Greaves, 1984). Las características de trepador y excavador conceden al ratón doméstico gran facilidad para habitar bodegas de alimentos, causando graves pérdidas económicas, ya sea por lo consumido como por lo contaminado (Brook y Rowe, 1979).

2. Importancia epidemiológica de los roedores

Estos roedores por su condición de reservorio, vectores y transmisores de agentes patógenos que afectan al hombre y a los animales, son causantes de numerosas enfermedades infecciosas y parasitarias que aún no han sido erradicadas en el país (Rabia, Triquinosis, Leptospirosis, etc.) constituyendo un problema importante de salud. (Cuadro 2)

En el pasado, las poblaciones humanas fueron azotadas por grandes epidemias de peste bubónica y tifus murino, cuyos agentes causales tenían como vectores a la pulga de las ratas . Estas enfermedades están prácticamente erradicadas en el mundo, quedando aún bolsones endémi(Xenopsylla cheopis)cos en zonas selváticas y en países orientales. De ahí la gran importancia epidemiológica y sanitaria que reviste el control de estas, como forma de proteger la salud del hombre y de los animales. (Jawetz et al. 1973).

CUADRO N° 2 Rol epidemiológico de los roedores en la transmisión de algunas enfermedades

Modo de transmisión Enfermedades Agente etiológico
1.Por inoculación directa Rabia* Sodoku* Tularemia Fiebre por mordedura de rata Virus rabia Spiriilumminus Pasteurella tularensis Streptobacillus meniliformis
Leptospirosis varias* Salmonelosis* Helmintiasis intestinales* Amebiasis Leptospira sp. Salmonella ap. Helmintos Entamoeba histolytica
2.Por contaminación de aguas, alimentos o polvo, por sus heces yorina o por sumergirse en aguas e incluso muriendo y descomponiéndose en ella. Coriomeningitis linfocítaria Histopiasmosis Coccidiomicosis Bilharziosis arteriovenosa Botulismo Fiebres hemorrágicas sudamericanas Lambliasis* Virus Histopiasma capsulatur Cocciodioides immitis Schistosoma sp. Clostridium botullnico Virus Giardia lamblia
3.Como reservorio de enfermedades que pasan al hombre mediante artrópodos hematófagos, adultos o larvas de vectores ácaros. Peste bubónica* Numerosas rickettsiosis* (tifus mundo y fiebres purpúricas) Leishmaniosis cutánea Tripanosomiasis americana Fiebre Lassa* Pasteurella pestis Rickettsia sp. Leishmania sp. Tripanosoma cruzi Viral
4.Infectando a otros mamfferos: perros, gatos, bóvidos, etc., los cuales a su vez, lo hacen al hombre. Brucelosis* Triquinosis* Fiebre aftosa Estomatitis vesicular Mal rojo del cerdo Peste porcina Brucella sp. Trichinella spiralis Virus Virus Erisipelotrix rusiophatiae Virus
* Enfermedades en las que los roedores tienen mayor importancia.

3. Importancia económica

El daño económico producido por estos roedores, por consumo, destrucción y contaminación de alimentos, alcanza magnitudes insospechadas para la comunidad. Se estima por ejemplo, que una rata de Noruega ingiere un 10% de su peso al día, aproximadamente 10 a 20 Kg. de alimentos al año, al mismo tiempo con sus fecas y orina, contaminan y destruyen una cantidad de alimento diez veces superior a lo consumido. De modo, que si en una industria alimentaria de granos, cohabita una colonia de 200 ratas adultas, anualmente las pérdidas totales de la fábrica llegaría a 26.060 Kg. de alimento (Hazán, 1985).

Otro tipo de daño provocado por estos roedores es originado, tanto por su necesidad de acceder a las fuentes de alimentos como por la obligación de desgastar sus incisivos, para cuyo efecto corroen todo tipo de material (madera, plásticos, cables electrónicos, cemento, etc.), destruyendo construcciones, sembrados, campos, envases e instalaciones eléctricas, e incluso han provocado incendios en fábricas y edificios habitacionales antiguos, con las consecuencias previstas (Hazán, 1985).

Los breves antecedentes enumerados, revelan el problema que constituye la presencia de tan indeseables invasores, y es la razón por la cual el hombre desde hace cientos de años hace exterminio individual, como el control de las colonias. De allí, la importancia que tiene el conocimiento de la biología y comportamiento social de estos roedores, como base de una lucha eficaz para el control y eliminación de ellos (Brown, 1971).

4. Identificación de roedores

Las tres especies de múridos difieren en muchos aspectos de otros roedores nativos y a la vez entre sí; por ello son fáciles de identificar en el terreno.

Entre las ratas las principales diferencias residen en la longitud de las colas y el tamaño de las orejas. La cola larga, delgada y las orejas grandes, desnudas de la rata de tejado, la distinguen fácilmente de la rata de Noruega (Brown, 1971).

El ratón doméstico es mucho más pequeño y tiene la piel más fina que las ratas (Ver Fig. 1). Otro elemento que permite su diferenciación dice relación con el número y ubicación de las glándulas mamarias de las hembras. La rata de Noruega posee 12 glándulas mamarias, 3 pares pectorales y 3 pares inguinales, a su vez, la rata de los tejados tiene 10 mamas, 2 pares pectorales y 3 inguinales, en cambio, el ratón doméstico posee 2 pares de glándulas mamarias pectorales y 3 inguinales (Brooks y Rowe, 1979).

 

5. Biología y comportamiento

Las características biológicas y de comportamiento de roedores múridos, tienen gran similitud en su nacimiento, desarrollo y actividad general.

5.1. Organos de los sentidos

El conocimiento que los roedores tienen del mundo que los rodea, depende de la agudeza de sus sentidos. Sus reacciones hacia los esfuerzos de erradicación son el resultado de su percepción. El saber qué cosas pueden descubrir las ratas y ratones es de gran valor para quienes intentan eliminarlos.

El sentido del equilibrio, oído, olfato y tacto son agudos, siendo este último el más desarrollado, ya que además de la habilidad de palpación, poseen bigotes y pelos táctiles protectores en el cuerpo, (vibrisas) en cuya base poseen una red nerviosa que les otorga una gran sensibilidad. Esto les permite desplazarse con facilidad en la oscuridad y siempre adosados a paredes u objetos que les sirven de punto de referencia (Brooks y Rowe, 1979). Su visión no es muy desarrollada y aparentemente no distinguen los colores, esta característica puede ser útil en el uso de venenos para su erradicación. Al no distinguir los colores, estos aparecen como sombras grises a sus ojos. El color amarillo y el verde se encuentran entre los más atractivos, ya que el roedor, probablemente los ve como gris claro, de modo que algunos cebos pueden ser coloreados para aumentar la atracción del roedor y evitar equívocos de uso en las personas. Posee una visión nocturna especializada ya que tienen una alta sensibilidad a la luz, pero poca agudeza visual (Brooks y Rowe, 1979). Según Hopkins (1953) los ratones caseros pueden identificar objetos a lo menos a 13 metros de distancia.

El sentido del gusto en ratas y ratones no sería tan agudo como en el hombre. Según Barnett (1948), las ratas rara vez rehúsan cebos nuevos después de examinarlos. Sin embargo, si el veneno contenido en un cebo las enferma, desconfían de esta sustancia, no porque reconozcan el veneno, sino porque asocian la mezcla de cebo con la enfermedad.

Son extremadamente sensitivos a cualquier ruido, en 1970 Brown demostró que muchos roedores tienen una respuesta acústica bimodal, ya que aparte del dick de sensibilidad acústica en el rango audible, se encontró un segundo dick que corresponde a señales ultrasónicas producidas por los mismos animales, (Brown y Rowe, 1979).

5.2. Reproducción

La vida media de ratas y ratones en condiciones naturales es más bien corta, hasta un año aproximadamente, como consecuencia de la predación o la competencia. En condiciones naturales estos roedores se reproducen durante todo el año, no obstante presentan épocas de máxima y mínima fertilidad como es primavera y otoño; en invierno y verano el apareamiento es menor, siendo estas últimas las épocas más oportunas para combatir las plagas de roedores (Brown, 1971). (Cuadro 3).

CUADRO N° 3 Antecedentes Reproductivos Promedio de Ratas y Ratones*

Especie

N° de Crías por camadas

N° camadas por año

 N° de crías destetadas por hembra/año

Período de gestación (días)

Período de madurez sexual (meses)

Rata de Noruega

8,7

4,3

20

22

3-5

Rata de tejado

6,4

5,4

20

22

3-5

Ratón Doméstico

5,6

7,9

30-35

19

1,5

* Herman - Blume, 1976.

La actividad reproductiva de los roedores se caracteriza por una rápida maduración sexual, corto período de gestación y la presencia de estro post-parto, lo que les otorga un alto crecimiento poblacionál y de reemplazo (Brooks y Rowe, 1979), siendo posible para las hembras producir crías casi continuamente. (Brown, 1971)

Las características reproductivas señaladas indican la extraordinaria capacidad de crecimiento que puede tener una colonia de roedores, si son dadas las condiciones óptimas de ambiente para la sobrevivencia de la población: Estudios de Laboratorio indican que a partir de una pareja de ratas de Noruega, al término de un año de sucesivos apareos y nacimientos se puede obtener hasta 1.500 ejemplares (Brown, 1971). Esta situación no se repite en la naturaleza, ya que existe una serie de mecanismos naturales que detienen la proliferación de las colonias estabilizándolos en un número determinado de individuos que constituye el punto de equilibrio natural de la población limitado por la capacidad de sustentación del medio en que se encuentran.

5.3. Factores de Variación Poblacional

El tamaño de una población de roedores está determinado por tres factores: Reproducción, mortalidad y migración. La capacidad reproductiva tiende a aumentar la población, la mortalidad es limitante y la migración actúa en doble sentido. El equilibrio de estos factores demográficos, determina si una colonia crece, disminuye o permanece estable. Sin embargo, se presentan otras variables que controlan la importancia relativa de cada uno de los factores demográficos antes enunciados y que constituyen las siguientes variables, limitadoras de las poblaciones de ratas (Brown, 1971).

a) Medio ambiente físico.

Constituido por el alimento, agua, clima y morada.

El tamaño de la colonia de roedores se haya limitado por la cantidad de alimentos y agua disponible. La morada es otro elemento vital para la subsistencia del roedor ya que necesita refugio para su nidación y protección. La rata de Noruega vive más bien en madrigueras, ubicadas en sótanos, alcantarillados, riberas arbustivas de ríos y acequias, matorrales, etc. En cambio la rata de tejado construye sus nidos en árboles y entretechos. El ratón doméstico, rara vez construye madrigueras cuando vive en edificios, no así en el campo (Brown, 1971)

b) Predación

Muchos animales hacen presa de ratas y ratones, entre los más importantes se encuentran gatos, perros, zorros, aves de rapiña, lechuzas y ofidios, sin embargo, el hombre es el principal predador de roedores, valiéndose para ello de diversos medios tales como: trampas, venenos, gases, etc. (Brown, 1971).

c) Competencia

La competencia entre los roedores toma diversas formas, es uno de los más importantes factores limitadores de su población. Usualmente la competencia es por el alimento, la morada y otros aspectos del espacio vital. Los machos en condiciones naturales suelen competir entre sí por las hembras en celo. La competencia entre especies es más intensa entre ratas de Noruega y ratas de tejado, siendo las primeras las que ejercen primacía por su mayor agresividad (Brown, 1971) La competencia entre especie está asociada a la organización social de una colonia, determinada en gran parte por la lucha en la que los roedores agresivos ejercen mayor dominio. Como resultado, los miembros de una población tienen rango social diferente que es muy importante, pues afecta su reproducción, longevidad y migración (Calhoun, 1950).

5.4. Hábitos

Las ratas y ratones por lo general, desarrollan mayor actividad por la noche, especialmente en la búsqueda de alimentos, excepcionalmente el ratón casero en ausencia de competidores se alimenta durante el día. Las tres especies manipulan los alimentos en forma similar, cuando lo encuentran por lo general, lo llevan a un escondite para ingerirlo, excepto si los fragmentos son muy pequeños o muy grandes para arrastrarlos o si el hambre es excesiva, lo ingieren en el acto.

Las ratas comen el alimento en forma constante a diferencia del ratón que mordisquea de un lado y otro. Young (1944) observó que las ratas se hastían de determinado alimento, realizando un mayor esfuerzo para obtener otros.

Se afirma que cuando la rata comienza a ingerir un nuevo alimento, lo hace con cautela y en pequeñas cantidades; si posteriormente enferma, lo evita. Esta es la base biológica del adecuado manejo de cebos (Brown, 1971).

Las ratas y ratones pueden trepar por paredes verticales de ladrillo y otro material con suficiente porosidad como para incrustar la punta de sus uñas y así alcanzar techos y ventanales, al mismo tiempo las ratas pueden saltar sobre paredes lisas hasta 13 pulgadas, por lo cual se recomienda como medida de seguridad en bodegas, recubrir las paredes desde su base con una superficie lisa de 50 cms. aproximadamente (Greaves, 1984).

Las tres especies de roedores son excelentes nadadoras, especialmente las ratas que son capaces de nadar hasta 800 metros, y sumergirse con gran facilidad, razón por la cual, emisarios y colectores domiciliarios de alcantarillado son vías a través de las cuales pueden introducirse en todo tipo de edificaciones (Brown, 1971).

Las ratas y ratones comienzan a roer desde su segunda semana de vida, impelidos por la necesidad de desgastar sus incisivos los que crecen constantemente a través de la vida del roedor. Se estima que el crecimiento anual de los incisivos de ratas alcanza a 11.4 cms. los superiores y 14.1 cms. los inferiores. Estos roedores roen cualquier material que posea bordes más blandos que el esmalte de sus dientes. Ej. madera, plomo, ladrillos, concreto blando, etc. (Brown, 1971).

5.5. Madrigueras

Los tres roedores múridos construyen madrigueras, aunque difieren en su capacidad excavadora. Este hábito está más desarrollado en la rata de Noruega, la que se adapta con mayor facilidad a vivir en túneles, ya que sus orejas son cortas y los pelos de aberturas naturales las resguardan del polvo.

La rata del tejado se adapta más fácilmente a la vida de trepadora y sólo construye madrigueras donde no prevalece la rata de Noruega. Los ratones domésticos construyen pequeñas madrigueras, cuando no disponen de otro tipo de refugio.

Se sabe que las ratas excavan hasta una profundidad de 1,82, en tierras blandas o de relleno en tomo a edificaciones; esta capacidad les permite muchas veces, eludir cimientos poco profundos y penetrar así al interior de una bodega, razón por la cual, las bases de estas construcciones deben tener características especiales que eviten esta posibilidad, como es poseer una saliente horizontal desde su base y un suelo circundante (Brown, 1971).

5.6. Migración

Los roedores múridos realizan diversos tipos de migración: local, estacional y masiva. La migración local consiste en el desplazamiento dentro de un radio de acción y se realiza desde el escondrijo hasta la fuente de agua o alimento, alcanzando una distancia de aproximadamente 50 metros en ratas y 15 metros en el ratón. El roedor se siente más seguro cuando permanece dentro de su radio de acción debido a que está familiarizado con rutas de escape y escondites. Por lo general el radio de acción no es más grande de lo indispensable para satisfacer sus necesidades de sobrevivencia.

La migración estacional y masiva es dada por problemas de disponibilidad de alimentos y/o alteraciones del medio ambiente, como por ejemplo: cambios climáticos, inundaciones, incendios, sequías, demoliciones, terremotos, etc.

La presencia de excrementos es uno de los mejores indicios de una infestación de ratas o ratones, así como su tamaño, forma, color y consistencia indicarán el tipo de roedor existente, el tiempo de infestación y si ésta es contemporánea o pasada Es necesario verificar presencia de alimentos triturados, envases rotos o destruidos, localizar posibles lugares y vías de accesos, madrigueras, roeduras y si estos son recientes o no (Brown, 1971).

6. Reconocimiento de presencia de roedores

Ratas y ratones son por lo general de hábitos nocturnos y desplazamiento silencioso; excepcionalmente son vistos, salvo cuando son colonias numerosas. (Se afirma que por cada roedor observado, existen a lo menos 20 individuos en la colonia). Es importante entonces identificar e interpretar adecuadamente las señales de su actividad para así planear las actividades de control.

Los indicios de presencia de roedores pueden ser observados en lugares de difícil acceso o apartados a lo largo de paredes bajo acumulaciones de escombros y basura, entre cajas, estantes, sacos y matorrales. Las señales encontradas pueden indicar especies que actúan, magnitud de la infestación y si esta es antigua, reciente o actual. (0. P S., 1964)

6.1. Fecas

Si estas son recientes aparecen oscuras, lustrosas y blandas, en cambio las antiguas tienen aspecto grisáceo y opaco, desmenuzándose a la simple presión (O.P.S., 1964).

6.2. Sendas y Roces

Las ratas tienen sendas preestablecidas entre el lugar de obtención de alimentos, agua y madrigueras. Debido a la gran sensibilidad al tacto de los pelos táctiles (vibrisas) y otros pelos a lo largo del cuerpo, las ratas prefieren estar en contacto permanente con paredes o circular por el interior de tuberías. En el exterior, las sendas que recorren las ratas son estrechos senderos, fáciles de ver en la vegetación densa, empastadas y aún en tierra desnuda.

En el interior se encontrarán marcas grasosas a lo largo de paredes, vigas y escalones y corresponden a señales de roce. La presencia de telarañas y polvo depositado en las sendas de ratas, indican que ya no son utilizadas. Las señales de roce cuando son recientes son blandas y grasosas por el contacto del cuerpo del roedor con la superficie y manchan si se frotan, las señas antiguas se resecan, recogen polvo y se descascaran con facilidad. Las señales de rozamiento de ratas de Noruega se encuentran en paredes cerca del suelo o a ras del suelo, mientras que las correspondientes a ratas de tejado se encuentran habitualmente en partes más altas, bajo vigas. Los ratones raramente dejan señales visibles de roce (O.P.S., 1964).

6.3. Huellas

Cuando son recientes, estas aparecen de contornos nítidos, las antiguas no se distinguen claramente y por lo general se encuentran cubiertas de polvo. Para examinar el suelo en busca de huellas es muy útil esparcir harina o talco en tramos de posibles sendas de ratas, con lo cual pueden observar marcas. La observación se realiza con una linterna en posición oblicua para que las huellas proyecten sombras perceptibles (O.R.S., 1964).

En bodegas de alimentos molidos, almacenados a granel, debe observarse la superficie de este y reconocer huellas, señales de orina y presencia de fecas.

6.4. Roeduras

Las ratas han de roer algo todos los días para conservar los dientes lo suficientemente cortos para poder utilizarlos. Roer materiales para abrirse paso y obtener alimento. La roída, cuando es reciente, presenta color claro y permite distinguir fácilmente las marcas de los dientes; con el transcurso del tiempo, la madera alrededor de orificios roídos por ratas se va oscureciendo y suavizando por el frecuente contacto con el cuerpo del animal (O.R.S., 1964; Brown, 1971).

6.5. Ruidos

Los diversos sonidos emitidos por las ratas y ratones pueden dar indicios de su presencia y localización. Puede distinguirse ruidos de carreras, roeduras y arañazos, a través de pisos, paredes dobles y cielo raso. También escucharse chillidos y chasquidos, producidos por luchas o crías en sus nidos.

La presencia de alimentos triturados o esparcidos y las roturas de envases, son otros signos de presencia de roedores (Brown, 1971). Un eficaz control de roedores, requiere previamente, un acabado conocimiento de la biología y conducta de la especie, así como de un buen diagnóstico demográfico de la plaga y sus condiciones de sobrevivencia e interrelación con el medio ambiente (agua, alimento y morada); sobre esta base se podrá optimizar las acciones permanentes y complementarias de saneamiento básico y eliminación física de ellas, que permitirán controlar los roedores y evitar la recuperación de la población.

Bibliografía

Barnett, S.A. (1948). Principles of rodent control. United Nation Food Agr. Ord. Pub. 2:129-148.

Brooks, J. E. y Rowe, F. P (1979). Control de roedores domésticos. Organización Mundial de Salud. Publicación Científica N° 726. U.S.A.

Broown, R. Z. (1971). Factores biológicos en la lucha contra roedores domésticos. Centro Regional de Ayuda Técnica. México/ Buenos Aires.

Calhoun, J. B. (1950). The study of wild animals under controlled conditions. In: Methodology and techniques for the study of animal societies, by J. P. Scott, et al Ann. New York.

Ellerman, J. R. (1949). Families and genera of living rodents. British Museum (Natural History), London.

Greaves, J. H. (1984). La lucha contra los roedores en la agricultura. Estudio FAO: Producción y protección vegetal N° 40, 88 págs.

Harrison, J. L. and Audv, J. R. (1951). Hosts of the mite vector of scrub typhus. II An analysis of the list of recorded Hosts. Ann Trop. Med. 45 (3 7 4): 186 - 194.

Hazan, A. (1985). Avoid Damage by Rodents. Poultry - Misset Dic. 1985, págs. 50 53.

Hopkins, M. (1953). Distance perception in Mus musculus J. Mammalogy 34 (3): 393.

Jawetz, E.; Melnick, J.; Adelberg, E. (1973). Manual de Microbiología Médica 5a. ed. 617 págs.

Oliva, V. M. (1989). Estrategia de control de Rattus rattus mediante el uso sucesivo de dos cebos y un rodenticida de acción rápida (Escila roja). Tesis. Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias Universidad de Chile.

O.M.S. Organización Mundial de la Salud, (1972). Biología y Control de Roedores Domésticos. Génova, págs. 46 - 69.

O.P.S. Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (1964). El Control de Ratas y Ratones Domésticos. Publicación Científica N° 329, Washington. D. C. E. V. A. págs. 92 - 96. Simpson, G., (1945). The principles of classification of mammals. Bull. Amer. Mus. Nat. Hist. Vol. 85, N° 1- XVI, 350 págs.

Young, P. T. (1944). Studies of Food Preferences Appetite and Dietary Habit. J. Comp. Psychol. 37 (6).