1. Introducción

El desarrollo y funcionalidad de la glándula mamaria se logra a través de una compleja interacción hormonal y metabólica.

Entre los órganos endocrinos de gran importancia en este desarrollo debemos mencionar el eje hipotálamo-hipófisis-ovario, como así también la participación del páncreas endocrino por intermedio de insulina-glucagon; la tiroides con su hormona tiroxina y adrenales fundamentalmente gracias a los glucocorticoides. A todo ello hay que agregar el transitorio aunque vital rol de la placenta, tanto en lo que dice relación a sus hormonas esteroidales (estrógenos y progestágenos) como proteicas, entre estas últimas, en especial, la llamada Lactógena Placentaria, antes conocida como somatomamotrofina.

Al igual que en otras especies, en la hembra bovina de lechería el factor natural que desencadena la actividad mamaria es el complejo preñez-parto. Gracias a una selección genética, en esta especie la lactancia se prolonga más allá que la simple necesidad fisiológica de alimentar al recién nacido, y ha pasado a constituir la mayor fuente productiva de leche de reemplazo utilizada por el ser humano para su alimentación, tanto infantil como adulta.

La posibilidad de controlar a voluntad tanto el proceso de galactopoyesis como de lactogénesis ha sido intentada desde hace varias décadas, culminando estas experiencias en nuestros días con un sistema de manejo artificial, conocido generalmente como Inducción Hormonal de la Lactancia, con especial aplicación tanto en bovinos de lechería como en caprinos.

2. Evolución de los sitemas de inducción de lactancia

Desde mediados del presente siglo es posible encontrar en la literatura científica trabajos en que se demuestra la posibilidad de inducir artificialmente      

La década de 1950, con la aparición de los estrógenos sintéticos como el dietilestilbestrol, dio paso a la administración prolongada de éstos (4 a 6 meses), solos o en combinación con estrógenos y progestágenos naturales, como elementos inductores de lactancia artificial, tanto en vacas de lechería como en cabras.

Finalmente y luego de un receso en las investigaciones al respecto, durante el período 1965-1971, Smith y col. desarrollan en 1973 un sistema inductor caracterizado por un corto período de administración y la utilización de estrógenos y progestágenos en relación fija, el que al ser aplicado en vacas multíparas, secas, muestra un resultado altamente satisfactorio, tanto en el número de respuestas como en la productividad lograda.

En el país los primeros estudios sistemáticos fueron iniciados en 1974 en nuestro laboratorio, utilizando para ello el sistema diseñado por Smith y col. primeramente en vacas multíparas, secas, y luego más recientemente en vaquillas de lechería no lactantes, no gestantes, con excelente resultado en ambos tipos.

En la actualidad los estudios están siendo orientados hacia una complementación del mencionado tratamiento, principalmente en relación al rol y control de la prolactina durante este proceso, no sólo con el fin de mejorar la respuesta láctea propiamente tal, sino que además para reducir al mínimo las interferencias reproductivas que puedan ocurrir.

3. Características del sistema inductor en hembras bovinas de lechería

En este capítulo haremos mención fundamentalmente tanto de los requisitos básicos del sujeto sometido al tratamiento como de las características más relevantes de este último.

Granja lechera en el Sur de Chile.

3.1. Características de los Animales a Inducir. Es necesario precisar en primer lugar que el tratamiento inductor sólo desarrolla una habilidad propia natural, de la glándula mamaria, por ende su aplicación no modifica las características genéticas del individuo, como tampoco supera las limitaciones de un manejo deficiente.

En el caso de las vaquillas de lechería, nuestras experiencias demuestran que el factor peso corporal constituye un elemento básico en la respuesta, puesto que animales ciclantes por debajo de 320 kg de peso corporal muestran una pobre o nula lactancia post tratamiento. Ello se debería, a nuestro juicio, a la relación entre peso corporal, madurez zootécnica y productividad. Lo anterior es más evidente si observamos que la respuesta inductora positiva también está regulada por el peso corporal como se aprecia en la Tabla I.

TABLA I Relación entre peso corporal al inicio de la inducción y respuesta láctea en vaquillas de lechería

--

MAXIMA INICIAL (340 kg)

PRODUCCION TOTAL   (Its.)

VAQUILLAS PESADAS (430 kg)

16,7

2.733,5

VAQUILLAS LIVIANAS (340 kg)

13,4

2.338,1

3.1.1. Funcionalidad Ovárica e Inducción. La normalidad funcional ovárica, que constituye un elemento fundamental en el inicio de la lactancia natural, también posee crucial importancia en la inducción hormonal de la lactancia. Al respecto, en vacas o vaquillas la presencia de ovarios hipopiásicos, atróficos, o bien con folículos o cuerpos lúteos persistentes, quísticos, dan como consecuencia una pobre o nula respuesta láctea, por ello que el tratamiento inductor en vacas secas por problemas reproductivos es sólo aplicable en caso de patologías no ováricas.

3.1.2. Estado Reproductivo e Inducción. La condición reproductiva es otro factor que debe ser considerado al momento de seleccionar los animales a inducir. Tanto en vacas como en vaquillas, ellas deben ser ciclantes y fundamentalmente no gestantes al momento del tratamiento. El aplicar la inducción durante la gestación signfica aborto y nula respuesta láctea, debido a que los niveles hormonales endógenos no son adecuados y por otro lado lo inyectado corresponde a dosis farmacológicas, con el lógico efecto antigestacional, producto del desbalance endocrino originado.

3.1.3. Estado Funcional Mamario e Inducción. En el caso de aplicar la inducción en vacas, sus glándulas mamarias no deben presentar problemas de fibrosis, adherencias o infecciones. Asimismo, la glándula debe estar seca a lo menos 4 a 6 semenas antes del tratamiento; inducir a un animal en lactancia natural sólo significa falla de ésta y cesación de aquélla.

3.2. Características del Tratamiento Inductor de la Lactancia.

3.2.1. Hormonas utilizadas. En la actualidad y como ya se dijera, el tratamiento base está constituido por inyecciones de estrógenos y progestágenos (estradiol 17 B y progesterona), administradas en proporción al peso corporal, en una relación fija de 1 : 2,5. Estas hormonas son vehiculizadas en propilenglicol e inyectadas vía subcutánea cada 12 horas, por un lapso de 7 días (Ferrando y col. (1978).

En relación al momento más adecuado para el inicio del tratamiento, se preconiza el uso de la fase luteal del ciclo y en particular el día 8.° post celo, basado en que el nivel de progesterona endógena llega a su máximo valor en ese momento para mantenerse así durante 6 a 7 días más. Por otra parte, datos iniciales indican la posibilidad de aplicar el tratamiento en cualquier momento de la fase luteal con resultados bastante adecuados, evitando así la dispersión en el tiempo de los animales tratados y simplificando el manejo de los mismos.

3.2.2. Bases fisiológicas del Tratamiento Inductor. El uso de las hormonas arriba mencionadas y sus proporciones está basado en la creación en forma artificial de las condiciones tanto endocrinas como mamarias que están presentes en el animal en los últimos días previos al parto. Por ello, la concentración de progesterona debe ser mayor que la de estradiol, y la glándula debe estar improductiva por 4 a 6 semanas antes del tratamiento, en el caso de vacas de lechería.

Como es lógico comprender, el balance endocrino artificialmente logrado sólo homologa parcialmente la situación natural, puesto que por una parte el lapso es mínimo y por otra parte el proceso artificial se desarrolla en ausencia de la participación placentaria.

El término brusco del tratamiento 7 días después de iniciado mimifíca la situación del parto caracterizado por un cese del dominio progestacional y ascenso de los estrógenos, para luego ambos descender.

Lo anterior queda graficado en la Tabla II que muestra los valores de estradiol 17B y progesterona en el suero sanguíneo de vaquillas inducidas.

TABLA II Niveles Sèricos de Estradiol 17B y Progesterona en Vaquillas de Lechería

MUESTRA N.°

-

1

2

3

4

5

6

7

Estradiol17B (pg/m1)             

300

1.227

1.159

1.171

879

866

302

Progesterona     (ng/ml)              

1,7

1,9

4,5

2,1

2,2

6,9

1,7

muestra c/48 horas desde el inicio del tratamiento.

3.2.3. Otros Controles Endocrinos. Al tratamiento clásico ya descrito se han agregado hoy en día otras modalidades que fundamentalmente tienen 2 objetivos: la inyección de corticoides (glucocorticoides) a distintos tiempos luego de finalizado el tratamiento base, pretende homologar el efecto diferenciador que éstos tienen en condiciones naturales sobre la célula alveolar mamaria, como también favoreciendo el mecanismo biosintético de grasas, para así controlar el exceso de progesterona a nivel mamario.

Por otra parte, la inyección de reserpina o de bromocriptína al comienzo de la respuesta láctea pretende modificar los niveles de prolactina, de modo de superar la inhibición que éstos experimentan, producto de los altos niveles iniciales de progesterona, detectables al comienzo de la lactancia inducida (Medrano, Carlos, 1978).

El uso de éstas u otras hormonas factibles de agregar al tratamiento base, así como el momento de su aplicación, se encuentran en estudio con el fin de determinar su real necesidad.

4. Aspectos fundamentales de la respuesta inductora

Aunque como ya hemos mencionado nuestras experiencias en este campo han tenido un éxito apreciable, también es cierto que la respuesta presenta variables individuales, tanto en vacas como en vaquillas, pero queremos destacar algunos aspectos que por repetirse, pese a las variaciones mencionadas, deben considerarse como fundamentales para valorar la respuesta al tratamiento inductor.

 4.1 . Características de la Curva de Lactancia Inducida. El hecho más notorio en la curva de lactancia inducida, a diferencia de la lactancia natural, es su bajo nivel inicial (0,5 litros), que experimenta un aumento progresivo. Pese a esta diferencia, los días de máximo inicial y los máximos iniciales son comparables a los de una lactancia natural.

Los índices de persistencia encontrados en lactancias inducidas tienden a ser mayores que en las naturales.

Las características comparativas más sobresalientes entre lactancias inducidas v naturales se observan en la Tabla III.

TABLA III Comparación entre Lactancia Inducidas y Primera Lactancia Natural

--*L

Máximo Inicial (1)

DíaMáximo Inicial

Indice Persistencia

Producción Total (1)

Lactancia Inducida

15,07

88,75

71,43

2.535,8

Lactancia Natural

15,70

40,00

69,30

3.369,0

En lo que se refiere a la producción total de leche, la lactancia inducida es menor que la primera lactancia natural, en individuos homólogos, pero en todo caso ella es superior al promedio nacional. Interesante de destacar es el efecto que la inducción hormonal de lactancia tiene sobre la primera lactancia natural. Al respecto Ferrando y col. (1979).han demostrado que la producción total de los animales con inducción previa en su primera lactancia natural es superior a la de animales no inducidos en 52%, como puede observarse en la Tabla IV.

TABLA IV Producción Total de Leche y Grasa en la Primera Lactancia Natural en Vacas Con Inducción Previa y Vacas Controles

-- Producción  Leche Total(1) Producción Grasa Total(kg)

Vacas con Inducción Previa

5.114a

151,04a

Vacas Controles

3.369b

111,51b

a,b: en columna diferente letra, diferencias significativas (P  ≤  0,05).

4.2. Inducción Hormonal de Lactancia y Composición Láctea. La posible influencia de la inducción hormonal de la lactancia en la composición láctea ha sido medida tanto a nivel de la lactancia inducida como también en la primera lactancia natural post inducción.

Como puede observarse en la Tabla V, los macronutrientes lácteos no experimentan mayores variaciones en los períodos mencionados, incluso al compararse con los promedios nacionales. 

TABLA V Macronutrientes Lácteos en Lactancias Inducidas, Primera Lactancia Natural Post Inducción, Primera Lactancia Natural Y Promedios Nacionales.           

-

Lactancia Inducida

Lactancia Natural Post Inducción

Lactancia Natural

Promedio Nacional

Macronutrientes

Sólidos totales %

12,14

11,29

11,71

11,93

Proteína Total %

3,63

3,21

3,24

3,23

Materia Grasa %

3,41

2,95

3,31

3,56

Cenizas %

0,72

0,74

0,74

0,70

El menor valor alcanzado en el porcentaje de materia grasa en la lactancia natural post inducción se explica como producto de la alta cantidad de rendida, fenómeno que resulta evidente si se observa la Tabla VI, referida a producción de grasa total en las distintas lactancias observadas en vacas medias hermanas.              

TABLA VI Grasa Total en Lactancia Inducida, Primera Lactancia Natural Post Inducción y Primera Lactancia Natural Control

-

Lactancia Inducida

Lactancia  Natural Post Inducción

Lactancia Natural Control

Grasa Total    (kg)

  67,14

151,04  

111,37

En base a las cifras antes mencionadas, podemos concluir que una vaquilla inducida produce un total de 218,18 Kg. de grasa, considerando tanto la lactancia inducida a la primera natural post inducción, mientras que en igual espacio de tiempo los animales no inducidos producen sólo 111,37 kg.

4.3. Características Reproductivas en Animales Sometidos a Inducción Hormonal de Lactancia. Como consecuencia del tratamiento inductor los animales tratados presentan durante períodos variables de tiempo (7 a 12 días) celos artificiales, irregulares, infértiles, caracterizados por un alza de estrógenos séricos de hasta 1.227 ng/ml. (Medrano, C. 1978). En este lapso pueden originarse fracturas pelvianas en las vacas tratadas, como producto de la relajación de la sínfisis pubiana y las montas frecuentes entre los animales tratados.

Con posterioridad aparece un período de anestro, con una duración promedio de 38 a 40 días, en el que los valores de progesterona alcanzan niveles de 24 ng/ml. Finalizado el anestro se reanudan los ciclos normales fértiles (Muñoz y col., 1979).

4.3.1. Morfología Ovárica durante el Proceso de Inducción Hormonal de Lactancia. El período inmediatamente posterior al tratamiento inductor se caracteriza por la presencia de una numerosa población de folículos ováricos, de crecimiento irregular, los que luego son reemplazados por un cuerpo lúteo de gran tamaño y consistencia, que ha sido denominado cuerpo lúteo de inducción (Muñoz y col., 1979). Este cuerpo lúteo domina la fase de anestro y su involución coincide con la reaparición de ciclos fértiles.

5. Comentarios generales

Los estudios realizados en el país han demostrado, a nuestro juicio, que el método de la inducción hormonal de la lactancia tiene otras implicancias más allá que la simple experiencia científica.

En efecto, los rendimientos lácteos y de grasa total logrados, como resultado directo de la inducción, y en las lactancias post inducción, ofrecen una interesante posibilidad de aumentar la producción lechera nacional mediante este cambio de manejo temporal, incorporando a ¡amasa productiva lechera a animales de 19 a 20 meses de edad, los que en las condiciones actuales sólo inician su producción lechera en torno a los 31 meses de edad.

Más atractiva se torna esta posibilidad si se piensa que la masa animal susceptible de ser utilizada para estos fines, vaquillas de reemplazo, es del orden de los 100.000 a 150.000 animales anuales.

En todo caso debe mencionarse que, como en toda aplicación inicial de una tecnología, es necesario que ello se realice con la prudencia respectiva y no en forma indiscriminada, esto es, bajo control profesional responsable, respetando tanto los requisitos animales necesarios como las características intrínsecas del tratamiento; de lo contrario, una condición altamente favorable se transformaría en un problema de difícil control.

Referencias seleccionadas

1. Erb. R. E. (1977)

Hormonal control of mammogenesis and onset of  lactation in cows. A review. J. Dairy Sci. 60,4: 155.

2. Ferrando, G. y  González, F. (1977)

Producción de leche y capacidad reproductiva de animales mestizos de lechería inducidos a lactar antes de su primera gestación. Ciencia e Investigación Agraria 4,4 : 247.

3. Smith, K. L. and Schanbacher, F. L. (1973)

Hormone induced lactation in the bovine. I. Lactational Performance following inyections of 17 B estradiol and progesterona. J. Dairy Sci. 56,6: 738

4. Muñoz, B., González,  F. y Ferrando, G. (1979) 

Características morfológicas ováricas y fertilidad en vaquillas de lechería sometidas a inducción hormonal de lactancia. Ciencia e Investigación Agraria (en prensa).

5. González, F., Ferrando, G. Schmidt, M. (1979)

Lactancia inducida y composición láctea en vaquillas de y lechería tratadas con inyecciones de estrógenos y progesterona. Ciencia   e Investigación Agraria (en prensa).

6. Ferrando, G., González, F. y Bitrán, M. (1979)

Efectos de la lactancia inducida temprana en la primera y   lactancia post parto en vacas de lechería. Ciencia e Investigación Agraria (en prensa).

7. Medrano, C. (1978)

Participación de las hormonas ováricas en el fenómeno de   inducciónhormonal de lactancia en hembras de lechería. I. Estudio en Vaquillas. Tesis para optar al Grado de Magister en Ciencias Agropecuarias, mención Producción Animal. PPG. Universidad de Chile.